No sé si las órdenes me las está dando mi cerebro o mi otra parte, esa parte que algún día me volverá loca por no saber lo que quiere.
Hubo un tiempo en el que todo iba bien, pero antes de conocer el sabor de la gloria, uno no la pide todos los días .
Las penas amorosas cambian a las personas, las transforman en monstruos de tristeza.
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