martes, 26 de agosto de 2014

Había una vez una niña que nació en blanco y negro

Había una vez una niña que nació en blanco y negro. Su cuerpo no tenía ni una pizca de color y su pelo era gris como la ceniza. Un día, se topó con un libro y en el momento en el que sus ojos recorrieron las primeras palabras se volvieron violetas, su pelo comenzó a tornarse del color del cielo en verano, sus manos se volvieron del color de las hojas de los árboles, una sustancia del color del vino comenzó a correr por sus venas y su corazón comenzó a brillar más que el propio sol en una mañana de primavera. La niña frágil se había convertido en un alma hambrienta con el don de querer descubrir el mundo.

domingo, 24 de agosto de 2014

Como un astronauta, saltando por cada uno de tus lunares hasta recorrer la galaxia entera

La noche eterna

"Te entrego mis alas, tú decides si quedártelas"

Siempre me gustó la noche, sobre todo su olor.

Por muy cansada que estuviese la noche tenía algo especial que me impedía cerrar los ojos. Estaba ansiosa por conocerla un poco más pero nunca pude, como ese amor prohibido que se te escapa de los dedos cuando sale el sol, pero ella volvía y me volvía a enamorar. Lo que más me gustaba era su aroma, no sé muy bien decir a qué, en cada sitio era diferente...sal, dama de noche,jazmín,  hierva mojada, humedad, tierra.

Desde que me alcanza la memoria, muchas han sido las noches en vilo, hechizada mirando la luna y soñando que me salían alas y podía tocarla, la ventana era diferente de noche, cuando oscurecía era una puerta al cielo, la oportunidad de escapar que se te ofrece,  las llaves de tu celda. 
Hasta que no salté no descubrí que tenía alas. La brisa era helada, lo adoraba por encima de cualquier cosa y sabía exactamente dónde tenía que ir pues había recorrido ese camino cientos de veces.


                                                                                       Te quiero, Agosto. 

miércoles, 20 de agosto de 2014

¿Con qué oídos escucho ahora el Canon?

Ni yo misma sé cómo he hecho para recomponerme,
para recuperar todos esos pedazos que fui perdiendo por el camino,
 pero lo he hecho, y estoy orgullosa.