lunes, 19 de mayo de 2014

Otra dosis de realismo.

No siento, no padezco, no escucho, ni siquiera recuerdo como solía mirar antes. A veces río, pero me arrepiento enseguida, ni siquiera estoy cómoda riendo.

Lo poco que siento es una especie de pinchazo, no sé decir si es en el estomago o en el pecho...pero seguro que sabes a que me refiero. Esa sensación de que por fin encuentras un remanso de paz  y estás "tranquila"  pero de pronto lo recuerdas, y notas de nuevo el pinchazo. No sé decir si es un dolor físico, sólo puedo afirmar y de hecho con certeza, que es muy molesto y en ocasiones hace que me retuerza levemente y tenga que adoptar otra postura, preferiblemente una en la que mi rostro no sea visible.

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